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El legado que deja el Festival Vallenato

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Foto: Vanexa Romero / EL TIEMPOPoncho y Emiliano Zuleta en el cierre del Festival.

 Este año, el Festival Vallenato demostró que podía renovarse para fortalecer la tradición, sobre todo en tiempos en los que el llamado de la Unesco se convirtió en una consigna que unió a la comunidad vallenata. 

 
Que ganara Jaime Dangond, acordeonero forjado en parranda, tiene coherencia dentro de un encuentro en el que se estrenó el premio a la mejor parranda vallenata. Este concurso abarcaba la música, los versos, la presencia de un cuentero, la escenografía típica y la gastronomía local, y se realizó el 29 de abril. La parranda ganadora fue la de Armando Fuentes Payán, y se declaró fuera de concurso y con mención de honor la propuesta del parrandero vivo más legendario: ‘El Turco’ Pavajeau, que de paso le da su nombre a uno de los trofeos de esta competencia. 
 
Por otro lado, la efervescencia de las competencias dio de qué hablar en casos como la descalificación del acordeonero Javier Matta, quien venía con puntajes perfectos, ante la ausencia de uno de sus músicos (alegó que había sufrido un accidente) en la categoría de acordeonero profesional. Lo mismo ocurrió con Jorge Celedón, que competía en canción inédita. Ambas figuras (así como otros aspirantes) tuvieron que acatar las normas del concurso que dejan por fuera al conjunto que no esté al tercer llamado. 
 
Cabe destacar la forma como el público se volcó en el homenaje a Poncho y Emiliano Zuleta. Poncho pareció adquirir el don de la ubicuidad, estuvo en innumerables eventos que le permitieran promover el festival. El cierre, en el que Poncho y Emiliano, separados musicalmente hace una década, volvieron a tocar en la tarima del Festival, resultó doblemente emotivo. 
 
LILIANA MARTÍNEZ POLO 
Cultura y entretenimiento Tomado de: El Tiempo



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