Nació en Fonseca, La Guajira, el 27 de diciembre de 1907 y murió el pasado 11 de agosto en Santa Marta, a sus 95 años de edad, como consecuencia de una infección renal. José María Chema Gómez Daza, preclaro exponente del vallenato costumbrista y narrador poético de las vivencias de su entorno provinciano, fue odontólogo de profesión. La mayor parte de su vida, 60 años, la vivió en la capital del Magdalena (Santa Marta). Su obra consta de tres piezas: Compai Chipuco , el paseo que le grabó con rotundo éxito Carlos Vives, antes grabado también por Colacho Mendoza con Diomedez Díaz; El piojo , una tambora que le grabó Iván Villazón con Franco Arguelles, y Fonseca , un hermoso paseo grabado por los Hermanos Zuleta. En uno de sus viajes, Chema Gómez tuvo la oportunidad de conocer al célebre personaje conocido como Compai Chipuco y cuyo nombre de pila era Antonio Guerra. A él le compuso ese paseo que inmortaliza la figura de un campesino que vivió solitario a orillas del río Cesar y de quien Chema Gómez indudablemente tomó frases de sus coplas en las que narraba su tragedia personal. El Compai Chipuco decía, por ejemplo: Soy un hombre solitario como San Francisco Abad, arrastrando este calvario con mis patas bien pintá. Mi nombre es Compá Chipuco vivo humilde y sin pretención, sacándole gusto al gusto yo me divierto tomando ron. Vale la pena recordar que el compositor y músico José María Gómez Daza fue de los primeros en poner al descubierto el origen indígena de la música vallenata, llegando a afirmar que, inicialmente, esta se nutrió de los aires musicales de los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, lugar donde se refugiaron algunos chimiles huyendo de los colonizadores europeos.