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Salon de Arte Popular
Adios al maestro José Barros
El pasado sábado 12 del presente mes falleció en la ciudad de Santa Marta a los 92 años de edad el maestro José Benito Barros PALOMINO, considerado porla crítica como uno de los más grandes compositores de música popular colombiana de todos los tiempos. Oriundo del municipio de El Banco (Magdalena), deja al país un extenso legado cultural, compuso más de 800 obras musicales de distintos géneros, entre las que se destacan “La Piragua”, “Navidad Negra”, “La Llorona Loca”, “El Alegre Pescador”, “El Gallo Tuerto”, “Pesares”, “El Guereguere”, “Momposina”, “Busco tu Recuerdo, “Violencia”, “Estas Delirando”, “Las Pilanderas”, “El Vaquero”, etc.
Las enfermedades que en los últimos 30 años llevaron al maestro José Benito Barros Palomino a librar varias batallas contra la muerte, y que lo conminaron a una quietud física en su natal El Banco (Magdalena), donde permanecía sentando en una mecedora de mimbre viendo pasar las aguas mansas del río Magdalena, terminaron por vencerlo.
Barros, el más fecundo y versátil compositor colombiano de la historia, que deja un repertorio de más de 700 canciones grabadas, principalmente cumbias, porros, merengues, paseos y hasta tangos, murió ayer a las 4:30 de la madrugada, a los 92 años.
"Ya estaba cansado", dijo su hija Veruska Barros, quien siempre estuvo a su lado, hasta cuando el creador de La piragua, El pescador, Navidad negra, La llorona loca y El gallo tuerto cerró sus ojos para siempre.
Hace 15 días estuvo hospitalizado en su pueblo y ante la mejoría que presentó fue dado de alta.
"Ya él no hablaba casi, permanecía muy triste y callado y no recordaba cosas", dijo su hija.
El miércoles pasado se volvió a complicar y fue trasladado a la Fundación Cardiovascular de Santa Marta, donde los médicos dieron un pronóstico reservado.
"Su estado es crítico", dijo el viernes por la tarde el neumólogo John Pedrozo, quien explicó que a la dolencia en los riñones se sumó una infección pulmonar que terminó complicando su estado.
Sus hijas Katiuska y Veruska, que ya estaban preparadas para la fatídica noticia, le daban fuerza: "Papi levántate que te estamos esperando" , recordó una de ellas, en medio del pesar.
Sus restos fueron trasladados a la funeraria Santa Marta, hasta donde llegaron las voces de condolencia de compositores como Rafael Escalona, quien estuvo muy pendiente de su estado de salud, al igual que de músicos y de los mismos samarios, que se agolparon en las afueras del lugar.
"Es una gran pérdida para la música costeña y de Colombia. El Maestro era uno de los últimos sobrevivientes de una generación sin parangón en el folclor colombiano", dijo el compositor José 'Pepe' Molina, al conocer su muerte.
Ayer en la tarde su cuerpo fue llevado a El Banco, donde será sepultado hoy, después del mediodía, tal y como el maestro lo pidió.
Aprendió a cantar en las plazas
José Benito Barros fue un luchador de principio a fin.
Fue el menor de cinco hermanos en un hogar conformado por el comerciante portugués Joao María Barro Traveceido y Eustasia Palomino, quienes murieron cuando él era un niño. Por eso fue criado por su hermana Clara.
Para ayudar a sostenerse comenzó a cantar en su adolescencia en las plazas de mercado, en reuniones de familias adineradas de su pueblo y ofreciendo serenatas.
A los 17 años dejó su pueblo y se dedicó a recorrer, en medio de grandes dificultades económicas, buena parte de Colombia. Muchas veces viajó como polizón en el tren que recorría la Costa y parte del interior del país.
También se ganó la vida buscando oro en Segovia (Antioquia).
Barros saltó al escenario en Medellín con una de sus primeras composiciones: El minero, con la que ganó, en la Voz de Antioquia, un popular concurso radial.
Tras su paso por Bogotá en los años 50, en donde compuso El gallo tuerto, su fama como músico y compositor comenzó a superar fronteras.
Por eso pudo viajar a Panamá, México, Argentina y otros países latinoamericanos.
Regresó a su pueblo natal en 1960, aquejado por una enfermedad que le impedía caminar y que lo acompañó el resto de su vida, pero que nunca lo limitó para componer ni para promover y crear en 1975, en compañía de un grupo de amigos, el Festival de la Cumbia de El Banco.
Agustín Lara, famoso cantautor mexicano, siempre lo consideró como el compositor más grande de Latinoamérica y sus canciones fueron inmortalizadas por Nelson Pinedo, La Sonora Matancera, Tito Cortés, Carlos Vives, entre otros.
Junto con otros destacados compositores colombianos, fundó la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia (Sayco), a través de la que defendió los derechos sobre sus obras.
Permanecía callado y muy triste
"Ya él no hablaba casi. Permanecía muy triste y callado y no recordaba cosas. Le decíamos: levántate papi, pero ya estaba muy cansado" Veruska Barros, hija del maestro fallecido
Perfil
José Benito Barros
(El Banco- Magdalena, Marzo 21 de 1915 - Mayo 11 de 2007)
Es uno de los compositores más prolíficos y versátiles de la música popular colombiana, ha compuesto cumbias, paseos, porros, bambucos, tangos, boleros y pasillos.
José Benito como cariñosamente lo llaman en su tierra natal fue el fundador del Festival de la Cumbia que se realiza en su tierra, desde hace más de 25 años donde cada años en una tarima sobre el río Magdalena los cañamilleros acompañan a las parejas bailadoras de cumbia y oyen los nuevos temas de los compositores que concursan en la canción inédita.
Su música está presente en las vivencias y recuerdos de varias generaciones de colombianos. Quien no se emociona al oír la "Piragua", "Navidad Negra","Las Pilanderas"; "La Llorona loca", "El Gallo Tuerto" y "Pesares" para nombrar solo las más conocidas.
El Maestro Barros tambien recibió recientemente la distinción del Ministerio por Vida y Obra dedicada a la creación.
Barros, el más fecundo y versátil compositor colombiano de la historia, que deja un repertorio de más de 700 canciones grabadas, principalmente cumbias, porros, merengues, paseos y hasta tangos, murió ayer a las 4:30 de la madrugada, a los 92 años.
"Ya estaba cansado", dijo su hija Veruska Barros, quien siempre estuvo a su lado, hasta cuando el creador de La piragua, El pescador, Navidad negra, La llorona loca y El gallo tuerto cerró sus ojos para siempre.
Hace 15 días estuvo hospitalizado en su pueblo y ante la mejoría que presentó fue dado de alta.
"Ya él no hablaba casi, permanecía muy triste y callado y no recordaba cosas", dijo su hija.
El miércoles pasado se volvió a complicar y fue trasladado a la Fundación Cardiovascular de Santa Marta, donde los médicos dieron un pronóstico reservado.
"Su estado es crítico", dijo el viernes por la tarde el neumólogo John Pedrozo, quien explicó que a la dolencia en los riñones se sumó una infección pulmonar que terminó complicando su estado.
Sus hijas Katiuska y Veruska, que ya estaban preparadas para la fatídica noticia, le daban fuerza: "Papi levántate que te estamos esperando" , recordó una de ellas, en medio del pesar.
Sus restos fueron trasladados a la funeraria Santa Marta, hasta donde llegaron las voces de condolencia de compositores como Rafael Escalona, quien estuvo muy pendiente de su estado de salud, al igual que de músicos y de los mismos samarios, que se agolparon en las afueras del lugar.
"Es una gran pérdida para la música costeña y de Colombia. El Maestro era uno de los últimos sobrevivientes de una generación sin parangón en el folclor colombiano", dijo el compositor José 'Pepe' Molina, al conocer su muerte.
Ayer en la tarde su cuerpo fue llevado a El Banco, donde será sepultado hoy, después del mediodía, tal y como el maestro lo pidió.
Aprendió a cantar en las plazas
José Benito Barros fue un luchador de principio a fin.
Fue el menor de cinco hermanos en un hogar conformado por el comerciante portugués Joao María Barro Traveceido y Eustasia Palomino, quienes murieron cuando él era un niño. Por eso fue criado por su hermana Clara.
Para ayudar a sostenerse comenzó a cantar en su adolescencia en las plazas de mercado, en reuniones de familias adineradas de su pueblo y ofreciendo serenatas.
A los 17 años dejó su pueblo y se dedicó a recorrer, en medio de grandes dificultades económicas, buena parte de Colombia. Muchas veces viajó como polizón en el tren que recorría la Costa y parte del interior del país.
También se ganó la vida buscando oro en Segovia (Antioquia).
Barros saltó al escenario en Medellín con una de sus primeras composiciones: El minero, con la que ganó, en la Voz de Antioquia, un popular concurso radial.
Tras su paso por Bogotá en los años 50, en donde compuso El gallo tuerto, su fama como músico y compositor comenzó a superar fronteras.
Por eso pudo viajar a Panamá, México, Argentina y otros países latinoamericanos.
Regresó a su pueblo natal en 1960, aquejado por una enfermedad que le impedía caminar y que lo acompañó el resto de su vida, pero que nunca lo limitó para componer ni para promover y crear en 1975, en compañía de un grupo de amigos, el Festival de la Cumbia de El Banco.
Agustín Lara, famoso cantautor mexicano, siempre lo consideró como el compositor más grande de Latinoamérica y sus canciones fueron inmortalizadas por Nelson Pinedo, La Sonora Matancera, Tito Cortés, Carlos Vives, entre otros.
Junto con otros destacados compositores colombianos, fundó la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia (Sayco), a través de la que defendió los derechos sobre sus obras.
Permanecía callado y muy triste
"Ya él no hablaba casi. Permanecía muy triste y callado y no recordaba cosas. Le decíamos: levántate papi, pero ya estaba muy cansado" Veruska Barros, hija del maestro fallecido
Perfil
José Benito Barros
(El Banco- Magdalena, Marzo 21 de 1915 - Mayo 11 de 2007)
Es uno de los compositores más prolíficos y versátiles de la música popular colombiana, ha compuesto cumbias, paseos, porros, bambucos, tangos, boleros y pasillos.
José Benito como cariñosamente lo llaman en su tierra natal fue el fundador del Festival de la Cumbia que se realiza en su tierra, desde hace más de 25 años donde cada años en una tarima sobre el río Magdalena los cañamilleros acompañan a las parejas bailadoras de cumbia y oyen los nuevos temas de los compositores que concursan en la canción inédita.
Su música está presente en las vivencias y recuerdos de varias generaciones de colombianos. Quien no se emociona al oír la "Piragua", "Navidad Negra","Las Pilanderas"; "La Llorona loca", "El Gallo Tuerto" y "Pesares" para nombrar solo las más conocidas.
El Maestro Barros tambien recibió recientemente la distinción del Ministerio por Vida y Obra dedicada a la creación.
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