Saberes del arte popular colombiano. Estudios sobre la Colección BAT

Saberes del arte popular colombiano. Estudios sobre la Colección BAT
Alfredo Piñeres Herrera
BALLS AND STRIKE
Acrílico sobre lienzo
75x75 cm
Cartagena,
2003 Segundo Premio,
I Salón BAT

El escaso disfrute y contacto con bienes culturales, ya sean visitas a museos o bibliotecas, talleres, charlas, conferencias o seminarios, ha rodeado la historia y los procesos de las artes plásticas de un aura de exclusividad y sofisticación de la que se pueden beneficiar algunos pocos. La limitación en la difusión delcapital artístico es la primera debilidad que obliga a los programas nacionales de cultura a unir esfuerzos para intentar mejorar este síntoma que se asienta cada vez más. Uno de estos esfuerzos es el Salón BAT de arte popular1, que tiene como misión fundamental abrir espacios de exhibición y estudio de bienes artísticos y culturales que se producen alrededor de las dinámicas populares, y que ahora han encontrado lugares para su difusión en el circuito de las artes plásticas del país. Otro factor a superar es el significado peyorativo de la producción artística de la cultura popular. En esta valoración, las artes plásticas se convierten en un oficio menor, debido a que sus saberes y técnicas hacen parte de la fuerza laboriosa que garantiza la existencia de las artesanías y de los elementos logísticos y ornamentales de las ferias y fiestas que engalanan todos los pueblos y ciudades de nuestro país. Trascender estos dos síntomas hace del Salón de arte popular una iniciativa que reivindica el sentido estético y el talento artístico que se origina en las mayorías demográficas, como un talante que refuerza los vínculos de los pueblos.  No obstante, tras la consolidación del Salón de arte popular, el trabajo de los artistas populares alcanzó a contagiar a los museos y centros cultuales de país, porque se convirtió en el sello identitario de las diversas personalidades simbólicas de las regiones colombianas, situación que ha aumentado el espectro de nuevos públicos en estas instituciones.  El Salón BAT de arte popular es una iniciativa que sale a la luz pública a comienzos del año 2004,como ampliación de un legado quetrasmite la Fundación Bigott de Venezuela a la Fundación BAT Colombia. La herencia2, representada en 6 salones de arte popular llevados a cabo en el hermano país, abre la oportunidad a los artistas empíricos colombianos para conquistar, con su talento y pasión, el derecho a ser tenidos en cuenta en las instituciones que se encargan de promocionar las artes plásticas en nuestra nación. “Los surrealistas y los artistas populares suelen cultivar la espontaneidad en el arte”3, debido a que ambos rechazan las explicaciones racionalistas de los modelos conservadores de la alta cultura.  Gracias a la experiencia de la Fundación Bigott, a la Fundación BAT Colombia, a la Ministra de Cultura María Consuelo Araujo4, a la antropóloga Gloria Triana y al Director de artes Eduardo Serano Rueda, se decidió implementar dicho certamen en Colombia.En la primera convocatoria se esperaba, según las estadísticas del Salón Bigott, la participación de 250 artistas sin formación universitaria en artes, pero en realidad se inscribieron 1.425 obras de todo el país. Artistas de 26 ciudades y de 117 municipios atendieron la invitación.La participación masiva obligó a la organización del concurso y al jurado a hacer una correría por 11 ciudades del país en un periodo de 20 días, para seleccionar las obras que se presentarían en Bogotá.  El jurado de selección conformado por Gloria Triana, antropóloga y exdirectora dela serie de televisión Yurupari y Aluna; Carmen Sofía Leoni, Asesora de Salón Bigott de arte popular y Eduardo Serrano, curador y crítico de arte, escogió 201 obras para ser exhibidas en el Museo Nacional de Colombia. Debido al alto número de obras se acordó dividir el Salón en dos exposiciones, la primera en diciembre del 2004 y la segunda en enero del 2005. En ese momento se adjudicó una bolsa de 7 premios equivalente a $ 43.000.000. Suma significativa teniendo en cuenta algunos de los más reputados concursos de la plástica nacional.Como parte del reconocimiento y prueba de la existencia del arte popular, el Salón fue dedicado al pintor Noé León, el artista empírico más célebre de la historia reciente del arte colombiano. Desde entonces cada versión del certamen ofrece homenaje a un artista empírico destacado. 

 

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